Fumar puede tener consecuencias nefastas en tu piel. El hecho de que pueda llevar a tener cáncer o problemas respiratorios de importancia también influye. Sin embargo, dejando a un lado eso, cualquier clínica de cirugía estética en Sevilla podría advertirte de las consecuencias a nivel cutáneo que tiene este mal hábito.
Como todos sabemos, el tabaco tiene miles de sustancias que son nocivas para nuestros cuerpo. Pero lo cierto es que muchas personas no son conscientes de todo lo que pueden causar en la persona que fuma. Pese a que con regularidad nos hablen de las consecuencias en ciertos órganos, lo cierto es que afecta en gran medida al órgano más extendido: la piel.
La nicotina hace que los vasos sanguíneos no trabajen como debería. Haciendo también que disminuya la oxigenación de las células. Los tóxicos que se ingieren a la hora de fumar hacen que se oxiden las células. Debido a ello, estas dejan de funcionar como deberían haciendo que envejezcan a pasos más acelerados. El cuerpo debe de hacer una renovación de las células en un tiempo menor, pero el tabaco se lo impide.
Expertos de cualquier clínica de cirugía estética en Sevilla te hablarán de la reducción del colágeno de la piel debido al tabaco. Esto también tiene gran gracedad en cuanto al aspecto que puedas tener. Entre las principales consecuencias encontramos:
- Pigmentación de la piel en tonos grises y amarillos. Suele hacerse más vigente en zonas como los dedos de las manos.
- Aumento de las arrugas y las grietas en la piel. Las arrugas de los fumadores suelen tener una mayor profundidad y marcaje. En las mujeres, según algunos estudios, llega hasta a triplicarse la cantidad de arrugas por el consumo de tabaco.
- También se reduce la capacidad de cicatrización. Por lo que ante cualquier incidencia se crearán marcas y señales.
A la hora de poner remedio a este tipo de situaciones, acude a especialistas como los de Bonaderma. El uso de tratamientos que mejoren la situación harán que tu piel luzca mucho mejor.